Observando la
línea costera podemos ver gigantescos animales que reposan atrapados en las
rocas, bajo tierra o en el fondo del mar, fósiles de una época que no podemos
recordar.
A la sombra es el título de esta pintura Cauto, huye del calor y del sol que deslumbra desde lo alto del cénit; recupera fuerzas para continuar su marcha en busca del sustento en montes cercanos.
Bosquete es el título de esta pintura. Pequeño bosque de montaña con atmósfera limpia que viste de fiesta los árboles, traje de líquenes y sombrero de sol.
Entre rocas es el título de la pintura que publico hoy.
Mientras el
océano duerme, altas rocas de forma caprichosa retienen agua marina
impidiéndole regresar y en la superficie
proyectan su imagen a modo de sombras flotando en el mar.
En las tierras
altas, onduladas montañas se prolongan hasta el horizonte y la niebla, como
blanco algodón, ocupa los valles profundos. Contemplar estas imágenes invita a
soñar.
Granito es el título de esta pintura. Peñascos labrados
por el viento se esparcen por doquier, emergen de la tierra alegrando la
montaña y dándole color; de forma desigual, lo mismo semejan gigantes que
pequeños seres de ficción.
Nubes de colores dibujan
las montañas, naranjas y greses abren un abanico donde viento y agua tienen
muchas posibilidades. Incertidumbre pues en esta hora tan temprana.